Las bañeras de piedra de río son espectaculares. Se tallan de manera artesanal, sin procesos de fabricación en masa, lo que hace que cada bañera sea única, como una obra de arte.

Pero lo mejor es que nos trasladan a un espacio de descanso, serenidad y disfrute de lujo.

¿Sabes cómo se hacen estas bañeras de piedra? ¡Te lo contamos!

Primero se escogen las piedras, en este ejemplo son piedras extraídas de río. Se trasladan estas moles al cantero para comenzar a trabajar con ellas.

Para aprovechar la piedra al máximo, cada mole se corta por la mitad con un disco de agua, como si se tratase de una naranja. Mediante este proceso han logrado sacar de una gran piedra dos piezas para hacer bañeras.

Una vez que ya tienen la pieza con forma de bañera marcan el labio y posteriormente van haciendo surcos con una radial para vaciar la piedra.

Cuando ya está el hueco de la bañera hecho, donde irá el agua, pican la piedra minuciosamente para dejar la base del interior de la bañera más fina antes de pulirla.

 

Después de pulir el interior y los labios aplican resina para dar un tono brillante al interior y evitar el desgaste.

La parte exterior de la bañera normalmente se deja como cuando recogieron la piedra del río, para dar ese toque natural.